Prosa aprisa/Arturo Reyes Isidoro
Acayucan, Ver. – El gobernador Cuitláhuac García Jiménez reveló ayer, en forma sorpresiva y seguramente sin que nadie se lo preguntara, que el exfiscal general del estado, Jorge Winckler Ortiz, tenía “escondidos” 300 millones de pesos.
Cuando leí la nota, que publicaron algunos medios (Latinus, alcalorpolitico.com) me quedé patidifuso (atónito, estupefacto, asombrado, boquiabierto, absorto, turulato, patitieso).
Conociendo los disparates que suelta luego tío Cuitláhuac, decidí que no debía darle importancia a su dicho, pero, ¡epa!, de pronto reparé en que finalmente se trataba de la palabra del gobernador y de que no estaba hablando de 10 pesos.
¡Jájájájá…! –me dije–, con que Wincklercito estaba calentando y empollando unos huevos de oro por 300 morlacos, de los grandes, de nueve dígitos, aunque, por fortuna, le cayó encima, a tiempo, la jauría de la 4T e impidió que se los comiera.
Me gustan y me divierten las elucubraciones del góber. Él solito se da cuerda. Siempre pensé que era Eric Cisneros quien lo aceleraba, pero parece que no, que para eso él se basta a sí mismo.
“A la fiscalía general, en 2019, mi presunción es que le dieron recursos para financiar campañas (…) Tenía 300 millones de pesos escondidos Jorge Winckler. Hoy lo puedo probar, hay pruebas. Los tenía escondidos, no se los llevó, no les dio tiempo”.
De modo que Cuitláhuac “sospecha” que el billullo sería utilizado para elecciones. A ver a ver a ver. ¿Es que el león piensa que todos son de su condición? De dónde saca su sospecha. ¿Y si el dinero lo tenía para hacer sus famosas paellas?
Aseguró que (los 300 millones) “ahí estaban, ahí, en la fiscalía, no los ejerció” pero no precisó en qué parte de la fiscalía el exfiscal de marras tenía escondida la marmaja ni en qué fecha fueron encontrados.
Con una perla más: “no se pudo” interponer denuncia porque el exfiscal no usó el dinero, “entonces no es mal uso” (pues no).
¿A cuenta de qué hizo la revelación? ¿Acaso pretendió que fuera un distractor ante tanto descuartizado que ha habido en el estado, ante tantas muertes violentas, ante la falta de pago a los maestros? Nada más faltó que dijera que ya se supo que Winckler era socio de García Luna.
¿Por qué hasta ahora lo dice cuando el Congreso local, por órdenes suyas, separó del cargo a Jorge a inicios de septiembre de 2019?
¿Por qué si afirma, si asegura, que “lo puede probar”, que “hay pruebas”, no las mostró entonces ante los reporteros o las exhibió en sus cuentas de las redes sociales? Como bien registró Fidel Pérez, corresponsal de Latinus, acusó sin presentar pruebas.
Pero dejemos el sospechosismo a un lado y démosle toda la credibilidad. De acuerdo, señor. Ahora yo le pregunto: ¿en dónde están esos 300 millones?, ¿a qué los dedicó a su gobierno?, ¿tienen registros de sus movimientos?, ¿o al bolsillo de quién o de quiénes fueron a parar?, ¿los han utilizado para las campañas de Sheinbaum y Nahle?, ¿o también los tienen “guardaditos” (“escondidos” suena muy feo), en dónde?, ¿o los tienen “sudando” en algún banco?, ¿o sirvieron para pagar las bardas, espectaculares, los “libros”, el parapente, los carnavales de la negritud de Eric Cisneros dada su tutoría sobre la fiscal?, ¿o matanga dijo la changa?, porque se supone –ya ve, ya me contagió de sospecha– que ese dinero ya estaba fuera de presupuesto.
Ya nos dijo el milagro. Ahora díganos el santo. Ya que hizo pública la revelación, usted tiene la obligación legal, ética y moral de rendirnos cuentas, porque finalmente ese dinero era del gobierno, es decir, nuestro, del que pagamos con nuestros impuestos.
Y, discúlpeme que me meta en su vida: ya olvídese de Winckler, supérelo. Ya ve. Para qué se empeñó en enviarlo a la cárcel cuando le servía, era el gran pretexto para tratar de cubrir todos sus errores, todas sus fallas, todas sus omisiones. ¿Recuerda cuando lo hacía feliz? Que tal cosa, es culpa de Winckler. Pues sí, nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.
En Morena, enfriarán a quienes pretenden relegirse
A propósito de la fiesta de La Candelaria en Tlacotalpan, que este fin de semana estará en todo su esplendor en la llamada Perla del Papaloapan, recupero uno de los Refranes de mi trova llanera de Constantino Blanco Ruiz, el famoso “Tío Costilla”:
“A una dama pretendí/ y quise respuesta enseguida;/ la mujer y la comida/ deben manejarse así;/ pero nada conseguí,/ en vano fue mi porfía./ Al ver que tanto insistía/ me dijo así la muchacha:/ no te calientes garnacha,/ que la manteca está fría”.
En La Silla Rota Veracruz en nota de Miguel Ángel León Carmona leí que el martes, Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, anunció que ya prácticamente concluyeron los levantamientos de encuestas para definir a los candidatos a senadores y a diputados federales.
Adelantó que será a partir de la próxima semana cuando comiencen a dar algunos resultados, y que los plazos para inscribir a sus aspirantes serán entre el 15 y el 22 de febrero.
Y soltó el primer hachazo. Pidió a los actuales diputados de su partido respetar los resultados de las encuestas, si no les favorecen y, en consecuencia, no pueden competir por la reelección.
“Pedimos a todos los diputados y diputadas compromiso con el movimiento, la verdad es que todos y todas se lo merecen, deberían poder relegirse, pero la decisión la tiene la gente a través de las encuestas” (serán dedazos de AMLO y Sheinbaum).
Na. Desde hace ya un buen tiempo tienen definidas las listas, pero van a estirar la liga lo más que puedan, esperar casi hasta el cuarto para las doce para evitar que sus militantes se brinquen a otro partido para poder competir, además para tratar de controlar lo más que puedan la inconformidad y la división interna que se va a dar.
Lo cierto es que Mario ya les adelantó que no habrá reelección, salvo en muy contados casos (como el de Rosa María Hernández Espejo en Veracruz, por su gran trabajo con la base, de lo cual tiene pleno conocimiento Rocío Nahle), pero lo que viene trascendiendo en fuentes del altiplano es que incluso Morena hará un bloqueo legal para acabar con una práctica que terminó pervirtiéndose, o más bien que pervirtió Morena, porque ni con el PAN ni con el PRI hubo esa mala práctica.
Así que, a todos aquellos que andan como pepitas en comal caliente pensando en la reelección, cabe decirles como versaba “Tío Costilla”: “Al ver que tanto insistía/ me dijo así la muchacha:/ No te calientes garnacha/ que la manteca está fría”.
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